lunes, 13 de junio de 2016

Ni los fuertes tan fuertes, ni los débiles tan débiles.

Se que no soy esa persona perfecta, no soy esa que pasa por la calle y a la que todos se quedan mirando.
Soy aquella niña que de pequeña ha sufrido bullying, la solitaria de la clase, la que no tenía amigas y la que nadie quería. Para mi suerte eso cambio con los años.
También soy aquella princesita que tuvo que vivir cosas que nadie se imagina, imagenes que te cortan la respiración solo de pensarlas, la que perdió a la persona que más quería en su vida y que maduro para vivir sin ella.
Sí, esa pequeña soy yo y esto es para todos aquellos que tuvieron que maduran demasiado pronto, enfrentarse a los cambios de estar de la gente que tiene cerca y de hacerse la costumbre de despertarse con un vacio, un vacio que no vuelve. También a los que mirar por la calle para protegerse de cualquier movimiento, aquello que aprendes después de varios golpes y ya no permites derrumbarte si no eres tú quien lo hace.

Esta claro que unos son más fuertes que otros, aquellos que rien como si no hubiera un mañana, los que salen a la calle como si no pasara nada... hasta que llega un momento que revientas, que revientas y piensas que no puedes parar. En un momento determinado paras y  sigues como si nada hubiese pasado, porque es así.
La vida es así.

De repente llega alguien, no sabes en que momento, probablemente en el que tienes descontrolada tu vida y ya no sabes que hacer.Y te estabiliza, te hace sentir en un sitio. Esa que te abraza, te abraza como si fueras una princesa y te protege de todo lo malo que hay fuera, que te hace olvidar todo y sonries. Porque es así, porque las personas fuertes no son tan fuertes hasta que se rompen, ni los débiles tan débiles cuando lloran.

No somos adivinos y nunca se sabe que podrá pasar en un futuro, o quien sabe... incluso mañana, pero hay estamos aguantando día tras día, disfrutando como si fuera el último de nuestras vidas aun así pensando en un futuro...
Y si, somos personas, somos las que lloramos cuando algo nos duele y no pasa nada por eso. Eso no muestra lo débil que eres. Solo muestra todo el tiempo que has estado siendo fuerte.

viernes, 22 de abril de 2016

Mi imprescindible.

Ella no lo sabe, pero la observo muchas veces.
Cuando está en su mundo mirando a un punto fijo, cuando murmura palabras fruto de los mil pensamientos que le rondan por la cabeza, cuando se cubre las ojeras y contempla el paso del tiempo...

Sé que muchas veces se siente sola, incomprendida y que otras tantas tiraría la toalla.
Esa con la que siempre me sostiene para que no me caiga, con la que cura mis heridas y seca mis lágrimas.

Le cuesta ser feliz y se esfuerza por disimularlo. Y yo me esfuerzo para que sepa que la veo. Veo que es fuerza, constancia, belleza, trabajo, dedicación, enseñanza, amor, pasión, fuego y voluntad.
Mi mejor maestra, mi insuperable ejemplo.

De ella aprendí a sacar una sonrisa en defensa antes cualquier adversidad. A luchar por los sueños por muchas piedras que aparezcan en el camino. A perdonar aun cuando no lo merecen y a mantener presentes los que ya no están.
A ser incansable, imparable y trabajador. A dar lo mejor de mi hasta no tener aliento. Solo tengo que pensar en ella cuando tengo un mal día, donde todo es melancolía y dramas sin sentido. Mi aspirina, mi calmante, mi antidepresivo. Mi consuelo.

Lo mejor o lo bueno de mí se lo debo a ella, porque nunca deja de dar, hasta el punto de que dar la vida por mí sería un acto reflejo, eso lo sabe muy bien. Lo que no sabes es que me da la vida cada día que está a mi lado.

No sabe que disfruto con sus "te lo dije", "eres de lo que no hay" o "solo se te ocurre a ti", porque siempre consigo sacarle una sonrisa con mis meteduras de pata.
Tampoco sabe que le quedan muchos besos y abrazos, algunos pendientes y otros muchos como recompensa.
No sabe que estaré satisfecho el día que consiga ser una mínima parte de lo que ella es, porque no me llegarían años para escalar hasta su cima.

No sabe que nunca la voy a dejar sola, porque ella fue la que me desmotró que se pueden curar las distancias. Que siempre estaré ahí, reciclando preocupaciones, compartiendo cargas y viviendo para vivir.
No sabe que ya es suficiente, que basta de sufrir, de cargarse los problemas a la espalda, de preocuparse por todo y todos, de restarse salud.
No sabe que esto recién acaba de empezar.

Quién sabe, tal vez ya lo sepa porque es adivina, previsora y me conoce muy bien. De lo contrario, algún día se enterará y de esa forma espero enterarme yo de todo lo que no supe hasta ese momento.


domingo, 27 de marzo de 2016

A los que viven aunque mueran.

A veces no somos conscientes de todo lo que tenemos, en la actualidad tenemos miles de cosas que nos facilitan la vida.
Sin ir más lejos, una cámara de fotos, es impresionante como un aparato dandole a un boton puede capturar un momento en menos de 2 segundos, y no solo es eso, si no que también esa foto puede llegar a nuestro ordenador, a nuestra tablet o a nuestro móvil en menos de un minuto y luego podmeos hacer con ella lo que queramos.

La primera foto de la historia fue tomada en 1826 en blanco y negro y en Francia. Fue tomada desde el despacho del autor, y para conseguirla tuvo que estar expuesta 8 horas. Tuvieron que pasar unos cuantos años para que en 1861 se lograse la primera foto a color.

Aun así yo creo que de una foto a otra hay mucha, mucha diferencia y mucho años.
Después de descubrir todo esto, una pregunta invadió mi cabeza: ¿Qué sería del mundo sin la fotografía?
Gracias a las fotos conservamos muchísimos recuerdos de cuando eramos niños o incluso bebés.
Sin las fotos, yo no recordaría mi época como bebé y por supuesto tampoco recordaría mi primer viaje en avión.
Sin las fotos no recordaría a mi primera mascota, mis multiples disfraces. Sin las fotos no sabría como era mi hermano de bebé y no recordaría como empezó a gustarme leer.

Sin las fotos, muchísimos de mis recuerdos no exisitirían.
Al fin y al cabo, siempre que queremos recordar un momento, decimos: Ey, ¿nos sacamos una foto?
Es que no falla, esa frase siempre está en los mejores momentos y gracias a este arte recordamos a todas las personas que se han ido y ya no están con nosotros, ahora con los videos incluso podemos recordar sus voces, sus gestos, sus movimientos, sus expresiones...

Si las fotos no existieran cambiaria todo por completo, la gente que viaja estaría mucho más pendiente de todo, guardaría el móvil o la cámara y lo miraria con sus propios ojos, porque creerme, a veces nada es mejor que vivirlo tú y punto.
Todo sería una sorpresa, no sabriamos obsolutamente nada, solo lo que nos cuentan, pero por ejemplo imaginaros ver la Torre Eiffel por primera vez, ver el Big Beng, ver la Estatua de la Libertad, sin haberlo visto jamás antes.
Pero claro, iamginaros que nunca vais a viajar a ese sitio, que jamás podríais ir allí, entonces... ¿no os gustaría verlo aunque no pudieraís ir?
Las fotos nos acercan al lugares, a personas, a sentimientos.

Sinceramente, creo que las fotos nos aportan todo positivo, pero que a veces hay que apagar la cámara y vivir, porque las cosas no saben igual por un objetivo que por tus propios ojos.
Y yo solo tengo 3 propósitos con esto: Hacer álbumnes con todas las fotos que tenga , valorar más todo lo que nos rodea y todo lo que tengo a mi alrededor.
Como en Navidades que siempre me pongo triste o meláncolica y ahí es donde me doi cuenta que soy muy afortunada, dejar el lado malo a un lado y simplemente sonreír y disfrutar, disfrutar de mis viajes, de mis amigos, de mi último año en el instituto, de la comida, de la compañia o mejor dicho, disfrutar de todo.
Porque, ¿sabes? Hoy lo tienes, pero puede que mañana ya no.

domingo, 20 de marzo de 2016

Roma...

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo posible por estar en ella aunque en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas.
Olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, no está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida es un momento sabes? Que ahora estoy aquí, y mañana, mañana no lo se asique quería decirte que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás. Mirando al miedo de frente y a los ojos, entregandolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro. Ese que cree en los imposibles y que daría la Luna por tocar una estrella.
Asique no se que será de mi mañana, pero este Sol siempre va a ser el mismo que el tuyo.
Que los amigos son la familia que elegimos y yo te eligo a ti, apostando fuerte por todos estos años a tu lado.
Las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado.
Tus abrazos, asi porque si, sin venir a cuento y sin tener porque celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas y que tú has echo infinito mi límite, asique te doi las gracias por ser la única persona que me hace capaz de llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de luchar contra un millón de subnamis.
Asique no, no se que será de mi mañana ni se donde estaremos dentro de 10 años.
No te puedo asegurar nada, pero te prometo que  pase lo que pase, estes donde estes, voy a acordarme de ti toda la vida y por eso  mi Luna va a estar siempre contigo, porque tú:
Me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida, y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

domingo, 13 de marzo de 2016

.

Lo mejor que te puede suceder en la vida es encontrar a alguien que este contigo cuando más lo necesitas, alguien que entienda lo que te pasa con solo una mirada, alguien que sin hacer preguntas solo se límite a abrazarte muy fuerte, alguien que te haga sonreír, aún incluso, con los ojos llenos de lágrimas.